DE MARÍA JOSÉ ARJONA
CURADURÍA ANDRÉ LEPECKI

30/09/21 – 05/03/22

MARÍA JOSÉ ARJONA

El movimiento que ocurre en el plano horizontal sin lograr la total verticalidad, es siempre más abierto, menos predecible, más del orden del afecto.

¿Cómo archivar los cuerpos de otros y al mismo tiempo hacerse a uno desconocido?

Archivar es una acción en donde se recoge y al mismo tiempo se deja ir. Es tratar de establecer un circuito de conexiones pero al mismo tiempo dejar espacios en blanco (des-orden) para gestar siempre nuevos órdenes.

El paisaje es siempre un lugar de mezcla.

¿Es nuestro cuerpo el resultado de otros repertorios culturales, genéticos, metafísicos?

Disolución de autoria gracias a la introducción de repertorios de otros. Mi cuerpo es también del otro que comparte el espacio conmigo.

Las cosas, las geometrías son partituras de movimiento. Son laberintos que plantean búsquedas pero también perderse.

La piel como lugar de materialización de las cosas/la piel de la culebra, de las cosas, la piel de inframundo/ el fuego que se presenta en el gesto que invita a renunciar a lo definido
“LA CERTIDUMBRE TRAE RUINA”

Aprender a darle espacio a las cosas de poder hablar.

La libertad que viene con el tiempo, con saber llevar el tiempo, con hacerse al tiempo y ser del tiempo.

Se ve venir con lo sonoro.

Las frecuencias se presentan para articular en la memoria un espacio que aún no conocemos (el cosmos) el afuera más afuera de nuestro afuera. El afuera que revienta el adentro.

El adiós como lugar del amor.

El cuerpo que llega, traído por una ola, y que se va como resultado de otros movimientos. El cuerpo/ola, el cuerpo frecuencia/el cuerpo/polvo/el cuerpo/cuerda/el cuerpo silbido
El silbido es un llamado fantasmal.

La imposibilidad de un cuerpo en hacer aparecer la ausencia.


El que trae un mar de afuera y se vuelve ese mar.

Retomar/tomar/mover/deconstruir lo que se conoce para construir un presente desconocido.

Mover las estructuras que soportan lo que conocemos para promover un adiós necesario. Un adiós liberador, un adiós que une mundos y que también articula el comienzo de otra forma de estar.

¿Cómo estar con las cosas, con los cuerpos, que ya no están acá?

Traer la niebla adentro.
Traer lo inmaterial a la materia
Agregar una capa en donde la visión desaparece para alentar lo sónico.

Alentar es la característica de la niebla/ alentar otras formas, hacer aparecer algo que no estaba ahí.

La niebla es el lugar de transición entre la materia y un estado final de evaporación.

Tejer para unir, para sanar, para hacerle a las cosas un espacio interno y al mismo tiempo destilar para sanar el afuera.

Tejer es siempre destilar de alguna manera. Ambas acciones con el objetivo de unir.
 

〉Intervención en el piso 38 del edificio Atrio. 

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