NAUFRAGIO

En un momento por sobrevivir ante el malestar de las emociones, resulta necesario recurrir a la invocación para dejar que esos sentimientos se revelen como objetos tangibles. El malestar nos obliga a poner volumen a los sentimientos que no parecen claros pero cuya sensación es tan visceral que es real, ocupan un espacio que no les corresponde, es necesario que salgan y se presenten. Las emociones se vuelven cosas. Estas cosas sentimentales tienen origen en un escenario casi onírico que habita dentro de nosotros; estas cosas son vestigios de un escenario infinito, imposible de reconocer en su totalidad, como el mar.

Cinco derrelictos fueron invocados por medio de emociones ya náufragas. Todas en un infinito vaivén físico, como la ola que choca con la arena, con la piedra, un diminuto movimiento hipnotiza la mente y estos derrelictos son momentos de trance, ubicados en un sentimiento puntual:

DESPEDIR: Una cuerda que se deshace entre mis brazos, mis piernas, que se choca con rabia hasta levantar polvo, hasta reventar y despedazarse. No desaparece, pero se desintegra sutilmente.

SANAR: Una cena de fin de año en una playa impresa en una tela pixelada que simboliza un recuerdo aún presente, el primer mar de mis ojos, no muy visible, imposible de repetir.

TRANSFORMAR: Un pedazo de tronco que llegó del mar para recordar melodías de un paisaje acuático musicalizado por música de plancha. Un portal de sonidos que revuelven esos sentimientos de cantar viendo el mar.

DEDICAR: Un Hombre silbador que dedica esas canciones mientras mira al horizonte de una ciudad sin mar.

PERDER-SE: fin.

LADY HUNTER TEXAS (Camilo Acosta)

Videoartista y performer Co Fundador del Colectivo House of Tupamaras y Street Jizz. Su trabajo interviene elementos del videoarte, el VjSet, el cuerpo y la acción, trabajo en colectivo y la gestión cultural.