TEMPLO DEL AGUA: río Bogotá.
Un proyecto de Leonel Vásquez
Curaduría: Lisa Blackmore
¿Qué palabras y sentimientos puede un río anidar en nuestras gargantas? Si sus aguas cantaran, ¿podrían esos cantos ser canales hacia el encanto?
El río Bogotá es muchos ríos en continuo devenir. Es la diferencia y la repetición de las mismas aguas nacidas en el páramo, atravesando estados de salud fluctuantes. El discurrir del río Bogotá es extenso y complejo. No solo es “fuente cristalina” o “cadáver líquido”, que son palabras-fósiles del senti-pensamiento. Necesitamos palabras vivas para este río, germinadas desde nuestro reencuentro con sus aguas para fecundar otros futuros.
Templo del agua: río Bogotá le da voz a aguas traídas de diversos lugares de la cuenca. Suesca, Sesquilé, Sibaté, entre otros flujos, abren sus gargantas para entonar en este espacio un espectro armónico que no se agota ni se ordena. Sus cantos se precipitan siempre diferentes en nuestros oídos, con la energía de los pulsos que mueven incesantemente el río por su cauce hacia su desembocadura, siempre en movimiento.
¿Cómo nos tocarán sus aguas cuando se juntan con las nuestras? ¿Cómo correspondemos a un río que nos canta?