DE MARÍA JOSÉ ARJONA
CURADURÍA ANDRÉ LEPECKI
08/10/21
BELLALUZ
Estás allí ante nubes, con tu mirada desde las alturas viendo Bogotá, sintiendo la distancia y cercanía de las montañas, los árboles, el pasto, la erosión. Tus pies tocan el concreto duro. ¿Cómo habitar este lugar? Aparece el relato, las no cosas venidas de lejos traídas por el mar y por María José. Inicialmente crees que te sientes en un sitio sin historia debido a su reciente construcción, caminas, recorres los espacios vacíos, los corredores que se forman al circular entre los artefactos colgantes. Ocupas el vacío.
Allí empiezan a aparecer otras presencias, la compañía de grandes amigas del movimiento de la vida, del ahora, del pasado y del futuro. Juliana, Andrés, Jenny, aquí estamos después de tantos días, meses, incertidumbres, manifestaciones, lluvias, nacimientos, desplazamientos, pausas, silencios.
Todo se empieza a llenar nuevamente, las estructuras colgantes se mueven, los sonidos ablandan el piso, hacen aparecer el agua, el viento, la tierra.
Miras por las ventanas y sientes que muchos ya han mirado a través de ellas, cuando tocas te das cuenta de que otras también lo hicieron, caminas y otras y otros también lo hacen, todos nos detenemos, todos nos movemos, deambulamos, caminamos, bailamos, hablamos, escribimos, rayamos, nos vamos al piso, mojamos, llenamos las cosas de sonido, de nubes, descolgamos, amarramos, desatamos, arrastramos, compartimos, miramos.
¿Cómo mover estructuras? ¿Cómo mover el mundo? Estemos juntas, confiemos, que este lugar ha sido y sigue siendo movido por las cosas, por nuestros deseos, nuestras certezas, nuestras dudas, por otros, por otras, por el sol, por las cosas.