Agosto 2 a Septiembre 27 2014

Stones against Diamonds, un proyecto de
Fernanda Fragateiro

El trabajo de Fernanda Fragateiro (Montijo, Portugal, 1962) se caracteriza por un marcado interés en re-pensar prácticas modernistas en el arte y la arquitectura, las cuales posteriormente usa como materia prima para sus propias y muy bien logradas obras. Con base en una investigación extensiva y haciendo uso de un amplio rango de materiales, las esculturas, instalaciones e intervenciones in situ de Fragateiro mantienen un estilo emblemático poderoso y atractivo que nace de una estética meticulosa y minimalista en cuanto a forma, color y textura de superficies.

El título de la muestra actual —Stones Against Diamonds (Piedras contra diamantes)— es una frase tomada de un ensayo escrito por la arquitecta ítalo-brasileña Lina Bo Bardi, y se refiere a la observación que hace la misma de la mezcla aleatoria entre piedras semipreciosas y materiales toscos y comunes que surgió durante la construcción de una carretera en Brasil; para Fragateiro, esta impactante imagen se convierte en metáfora para la compleja y muchas veces conflictiva amalgama que es el modernismo, particularmente en el contexto latinoamericano.

Stones Against Diamonds toma como punto de partida la vida y obra de la extraordinaria pareja de artistas Anni y Josef Albers y su fértil relación con el oficio y cultura de Latinoamérica. Alemanes de nacimiento, Anni y Josef Albers se conocieron en la Bauhaus en donde Josef era profesor y Anni alumna. Huyendo de los nazis en la década de los treinta, se establecieron en Estados Unidos, en donde con el tiempo cada uno logró renombre —Josef como pintor, teórico y educador, y Anni como diseñadora de textiles—. Durante ese periodo viajaron extensivamente por Latinoamérica, compartiendo un apasionado interés por el arte precolombino, el cual estudiaban, coleccionaban y promovían, y que más adelante influenciaría su propia obra geométrica abstracta. A su vez, esta se convertiría en una influencia imborrable para artistas más jóvenes, incluidas figuras claves de los años cincuenta y sesenta como Robert Rauschenberg, Eva Hesse, Donald Judd y Sol LeWitt.

Dados sus antecedentes históricos, así como la profunda afinidad estética con su propio trabajo, la obra de Anni y Josef Albers presenta una gran oportunidad para que Fragateiro examine las líneas de intersección del arte y la historia que definieron y determinaron el modernismo tanto en Europa como en América Latina y que incluyen preguntas aún vigentes sobre el poder con base en género, instituciones y política. Pero al mismo tiempo, a pesar de este proceso de examen y crítica, Fragateiro crea una obra nueva con una factura distintivamente contemporánea.

Por ejemplo, la obra de Fragateiro Un camino que no es un camino está inspirada en un tapiz hecho por Anni Albers en 1967 titulado El camino real. El tapiz original de Albers fue comisionado para el bar de un nuevo hotel diseñado por Ricardo Legorreta en Ciudad de México, que en su momento tenía un estilo austeramente innovador. A pesar de que el tapiz original de Anni Albers ya no existe (su paradero es misteriosamente desconocido), los estudios preliminares de su diseño han sobrevivido y se han convertido en obras conocidas en sí mismas, particularmente en un estudio llevado a cabo en 1967 en gouache sobre papel cuadriculado.

En Un camino que no es un camino, Fragateiro toma el diseño de Albers y lo vuelve una escultura de piso compuesta por cientos de elementos geométricos modulares hechos de concreto blanco, orientados de tal forma que generan una tensión con el espacio arquitectónico. Varios actos de traducción están sucediendo en Un camino que no es un camino: lo que originalmente era una pieza de pared se ha convertido en una pieza de piso; lo que originalmente podía ser visto en una sola mirada ahora se aprecia a través del movimiento del observador en el espacio; lo que originalmente era colorido y suave al tacto ha perdido su color y se ha vuelto duro; lo que se ha perdido se ha reinterpretado de una forma aparentemente más duradera. Y así una historia escondida no solo ha sido revelada; se le ha dado otro propósito dentro de un nuevo ciclo de uso.

Fragateiro regresa a la obra de Anni y Josef Albers en la pieza de pared a gran escala titulada Continuo, construido y variable, aunque en este caso se enfoca en Josef. Esta obra toma como punto de partida el diseño hecho en 1930 por Josef Albers titulado Study for Glass Construction – Cathedral (ca. 1930) (Estudio para construcción de vidrio – catedral). En este trabajo, Fragateiro extrae los detalles del diseño original de Albers y los funde en cerca de ochenta formas de metal que se extienden en una sola línea que atraviesa la longitud de la pared de la galería. Vistas de forma independiente, cada pieza parece una maqueta para un edificio, como variaciones de un tema; vistas de lejos, el trabajo se junta y parece algo similar a una línea de texto, escrita en un lenguaje visual de corte jeroglífico. Mientras que el trabajo de Anni Albers fue reconstruido por Fragateiro en Un camino que no es un camino, en Continuo, construido y variable la artista deconstruye el dibujo de Josef Albers —la diferencia es sutil pero crucial a la aproximación conceptual fundamental de Fragateiro—. Sin embargo, a pesar de esta divergencia básica, cada pieza conserva y muestra su manejo altamente desarrollado en cuanto a volumen, superficie y espacio.

Adicional a estas obras de gran escala, en Stones Against Diamonds Fragateiro también presenta dos juegos de obras esculturales más íntimos, cada uno derivado de libros. Un grupo está basado en el catálogo hecho para la exposición Homage to the Square (Homenaje al cuadrado), de Josef Albers, una muestra organizada por el Museo de Arte Moderno de Nueva York, que viajó por las principales ciudades de América Latina de 1964 a 1967 (incluyendo a Bogotá en 1965.) En esta serie la artista presenta cinco trabajos: cuatro reconstrucciones de las imágenes de las pinturas de Albers tal cual están reproducidas en el catálogo original de la exposición, pero construidas a partir de cuadernos hechos a mano que funcionan como elementos de composición modular; y un valioso ejemplar del catálogo en sí. Adicionalmente, Fragateiro presenta dos piezas más en las cuales convierte libros de historia desechados en esculturas de pared de carácter minimalista, una hecha con libros de arte occidental y la otra con libros de arte precolombino.

En estos libros-obra, así como en todo el trabajo exhibido en Stones Against Diamonds, Fragateiro comienza un proceso transformativo de traducción de materiales, de ideas, de historias e ideologías, y al hacerlo crea obras de arte que proponen una mirada crítica sobre la historia del arte, mientras extienden esa misma historia al presente.

George Stolz