Esculturas y grabados de Fred Sandback
Curaduría: Estate Fred Sandback
Por primera vez en Colombia, se puede apreciar el trabajo del escultor norteamericano Fred Sandback reconocido por sus esculturas minimalistas realizadas a partir de hilos y cuerdas.
Buscando expandir las facultades sensoriales del espectador, Sandback interviene el espacio arquitectónico de manera casi mágica, involucrando al espectador en un juego de ilusión donde la obra parece existir y no a la vez. Su obra es etérea y monumental, aparece y desaparece a medida que se recorre.
El artista se vale de simples hilos que atraviesa de lado a lado, formando un dibujo de líneas tenues que generan planos geométricos flotantes, los cuales se perciben como sólidas paredes transparentes.
Un elemento fundamental en cada montaje –que varía de acuerdo al escenario donde se presenta– es la luz. Las proyecciones de las sombras de las líneas hechas con hilo dibujan nuevas figuras que agregan movimiento y dinamismo a la lectura de la obra.
En sus palabras: ‘el misticismo inherente reside en persistir en querer hacer algo tan real como sea posible y hacer que resulte justo a la inversa… constatar que las percepciones más simples y más cómodas son sombras’.
Así, Sandback establece un diálogo poético con el espacio explorando la línea, el plano, el vacío y el volumen, con lo mínimo, con una exquisita austeridad que sorprende la manera cómo expresa tales conceptos con tan poco.
Enfrentarse con una de sus esculturas es una vivencia espacial única.
El proyecto que se presenta en NC-arte es una instalación concebida por el Estate de Fred Sandback a partir de la investigación espacial previa que realizó Amy Sandback (viuda del artista y líder del Estate ) en su viaje a Bogotá para conocer y vivenciar las salas de exposición de la galería. Fueron varios días de trabajo: de recorridos y relevamiento del espacio, de mediciones y estudio de luces para diagramar el proyecto apropiado con las características de site especific .
Más información
por Erika Martínez Cuervo
Una línea tiene un sentido—un punto de origen y un punto de terminación. Una línea es también una entidad discreta que existe por completo al mismo tiempo.[1]
Hay más de una manera de dibujar una línea.[2]
[Si hay algo que va estar presente en este texto es una especie de susurro, la voz del artista de fondo diciéndonos cosas sobre su experiencia con el arte, sobre su hacer. También su silencio, tan íntegro como sus creaciones. Las referencias a sus notas y las respuestas que dio en algunas entrevistas resultan claves para revisar las particularidades de su trabajo. Un susurro que da sentido a los pedazos que a continuación se ensamblan en una suerte de narración sobre el valor y la esencia de su obra]Escribir sobre Fred Sandback es acercarse de una manera íntima a su particular forma de entender el arte y, sobre todo, el espacio y el tiempo. Sus esculturas entregan parte de su misticismo creativo y de la concentración con la que observó el mundo, ese que tradujo en sutiles líneas hechas con hilos tensados que “seducen” al público y que en un punto le devuelve cierta ingenuidad a la mirada. Colombia tuvo por primera vez la oportunidad de ver un proyecto del artista neoyorkino en la exposición Esculturas y grabados, donde la fuerza de la forma y el color se apoderó del edificio de la fundación NC-arte.
Fred Sandback (1943 – 2003) estudió filosofía y luego hizo su Maestría en escultura en la Universidad de Yale, de donde se gradúo en 1969. Su trabajo como artista se consolida en la década del sesenta, periodo en el que emergen las apuestas minimalistas con las que ha sido identificado; sin embargo, él no se sintió vinculado con ese fenómeno y desarrolló su obra de manera independiente y con la concentración que ésta le exigió, sin preocuparse por catalogaciones o por seguir tendencia alguna. Esto sin querer decir que no observó el trabajo de otros artistas pues en varias de las entrevistas que concedió resaltó la importancia de los grandes maestros de la escultura y de algunos colegas de su tiempo con los que mantuvo diálogos críticos sobre el arte y la vida misma.
Sus obras se han presentado en varias exposiciones alrededor del mundo y hacen parte de distinguidas colecciones[3]. El trabajo de Sandback fue reconocido por Dia Art Foundation, institución que en 1981 creó el Museo Fred Sandback, en Winchendon-Massachusetts y que estuvo abierto hasta 1996. Actualmente la fundación mantiene una exhibición permanente de sus obras en Dia Beacon. Las construcciones de Sandback aparecen en los espacios como presencias sutiles, hechas de líneas tridimensionales que simulan la experiencia de estar al interior de un dibujo, incluso en un punto es como sumergirse en el vacío y experimentarlo, ser testigos de su existencia[4].
Esculturas y grabados (el proyecto y la experiencia)
El proyecto Esculturas y grabados se hace posible en NC-arte luego del proceso de investigación que realizó el Estate que maneja el legado del artista. En octubre de 2012 un representante del Estate viajó a Bogotá para conocer el espacio de NC-arte, durante varias jornadas estuvo estudiando las características físicas del lugar: sus dimensiones, su materialidad, su resistencia, las entradas de luz, el recorrido de las instalaciones eléctricas, los conductos del agua, etc.; observación aguda que le sirvió de plataforma para discutir con el resto del equipo si era factible realizar la exposición o no. El Estate siempre hace una visita previa al lugar cuando alguna organización solicita una exposición, se realiza para estar seguros de que el espacio propuesto resulta apropiado, y que todos los involucrados entiendan lo que un proyecto exige si éste se llega a ejecutar. Cuestiones y responsabilidades prácticas que se abordan antes de que la obra llegue al lugar de la muestra.que caracterizrque es precisamenue la obra arrive en el espacio” propuesto resulta apropiadomo que caracterizrque es precisamen
Se hace evidente así el grado de detalle con el que se realiza cada etapa del proceso, decidir cuáles obras son las indicadas para instalar en cada espacio requiere del análisis de todos los aspectos que exige la naturaleza del montaje y la precisión que éste encarna. El Estate se preocupa por la integridad de la obra, y eso significa que las intenciones del artista se siguen al pie de la letra. Se hace un archivo documental para cada exhibición, con la información necesaria para las instalaciones futuras. En muchos casos las esculturas son flexibles en cuanto a sus dimensiones (el tamaño general se decide según el espacio particular), pero la relación entre los elementos es fija.
En NC-arte se montaron diecinueve piezas, ocho en la primera planta y once en la segunda entre esculturas y obras gráficas. La exposición representó una apuesta de alto nivel que le entregó al público local la oportunidad de apreciar y disfrutar la obra del artista. El Estate selecciona proyectos adecuados que presentan el arte al público, en particular a quienes no han tenido la posibilidad de experimentar el trabajo de cerca. Esta naturalmente favoreció la introducción de la obra de Sandback al público de Bogotá y la colaboración con NC-arte. La exhibición tuvo el potencial para iniciar un diálogo, ofreciendo una experiencia directa con la obra de Sandback en circunstancias ideales. El Estate, luego de la experiencia, reconoció que NC-arte es un lugar notable para trabajar. El hecho de que el edificio tenga diferentes alturas y espacios abiertos brinda alternativas interesantes para la instalación de las esculturas. Para el equipo, una gran ventaja fue la forma maravillosa con que la luz natural incidía en el espacio y que las proporciones de la estructura física son generosas, pero no abrumadoras.
Fue así como la disciplina y rigurosidad del Estate y la disposición y el trabajo profesional del equipo de NC-arte configuraron la simbiosis ideal para el desarrollo de una investigación conceptual y material que produjo un resultado impecable en términos de montaje.
Algunas de las obras.
Una escultura hecha con sólo unas pocas líneas puede parecer muy purista o geométrica al principio. Mi trabajo no es ninguna de estas cosas. Mis líneas no son destilaciones o refinamientos de la nada. Ellas son simples hechos, cuestiones de mi actividad que no representan nada más allá de sí mismas. Mis piezas se ofrecen como situaciones concretas y literales, y no como indicaciones de cualquier otro tipo u orden.[5]
(Fred Sandback. Statment 1977)
Resultaría imposible hacer un recorrido completo de la exposición Esculturas y grabados a través de estas páginas, lo que si es factible es concentrarse en algunas de las piezas que se montaron y en la forma en que éstas aparecían frente a los ojos del espectador. Las esculturas de Sandback cohabitan con el espacio, con las características arquitectónicas del mismo, sus formas no las desplazan sino que por el contrario las integran; en este sentido, sus exposiciones construyen una especie de “imagen total” lograda por la condición tridimensional de las líneas que las componen y por la manera en que todas las piezas se consolidan en el espacio.
Sin título (Estudio para escultura, Construcción Vertical en Diez Partes) ca. 1993/2013 [Ver figura X], es una construcción hecha con hilos rojos que se instaló en el medio de la primera planta del edificio, resultaba imponente y esbelta y era la pieza que por su color llamaba la atención al ingresar al lugar. Diez hilos verticales con los que el espectador daba inicio a una experiencia en la que el cuerpo penetraba el vacío que contenía cada una de las esculturas. De fondo Sin título (Estudio para escultura, Construcción Vertical en Diez Partes), una estructura constituida por seis ángulos rectos hechos con hilo negro y que se tomó la parte posterior del espacio, verticales de piso a techo y horizontales paralelas a la superficie del suelo entregaban poder a “la línea” como elemento formal, como presencia. Percibir las dos piezas desde un ángulo en el que se pudiera apreciar su interacción reforzaba ese entendimiento del todo por el que apostó Sandback con su trabajo.
En una de las paredes del primer piso estaban colgadas seis piezas gráficas donde de nuevo la línea era protagónica, dispuestas por pares en sentido vertical simulaban una idea de secuencia simple [Ver figura X], casi la representación del movimiento cuadro a cuadro de una figura, aunque en realidad era más un efecto óptico que la configuración de una forma específica. El montaje de las obras gráficas en las salas resultó clave para el espectador, pues al observar la exposición en su totalidad, la conexión entre ambos lenguajes visuales potenció la percepción de las formas puestas en juego.
La composición de la obra Sin título (Estudio para Escultura, Mikado) 2002/2008 [Ver Figura X] aludía al ancestral juego de origen budista de los Palillos chinos o Mikado, un juego donde los participantes retan habilidades de motricidad fina y coordinación. La pieza era una intervención constituida por líneas de hilo negro templadas de un punto a otro con distintos ángulos de inclinación (que imitaban la forma con la que los palitos chinos caen cuando se lanzan para dar inicio al juego) sobre la superficie de la pared; unas líneas-fragmento que construían una bella imagen al entrar en diálogo con las ventanas del lugar y con la luz natural que incidía en el mismo. Este dibujo hecho de hilos se apropió del muro que hizo las veces de soporte y conectó las obras del primer piso con las del segundo en un acto exquisito que reforzó la experiencia visual de esa idea de “imagen total” referida en un párrafo anterior.
La interacción con las obras resultó fascinante para el público, el poder “entrar y salir de las piezas” fue una experiencia única para visitantes de distintas edades y procedencias, más allá del asunto estético las exposición incitaba a hacerse preguntas sobre el espacio, el hecho mismo de observar o acerca de la capacidad que tiene el cuerpo de percibir con todos los sentidos activados. De otra parte, el espacio de la exposición hizo las veces de aula para niños y adolescentes, y las visitas guiadas involucraron actividades novedosas que fueron posibles por la naturaleza misma de la obra de Fred Sandback, en últimas experimentos de carácter lúdico que concedieron un valor agregado a la exhibición.
En una entrevista que Stephen Prokopoff hizo al artista en 1985[6], Sandback expresó que su primera construcción con la línea fue ejecutada hacía 1966, luego cuando el entrevistador le preguntó si podía recordar algunas de las ideas que lo impulsaron a dar ese salto creativo, el artista respondió: “Tal vez algunas intenciones perversas. Quería hacer algo sin un interior, al menos en el sentido de lo que una escultura convencional tiene en su interior. Yo no quería un volumen encerrado por una superficie. Un chiste de George Sugarman (artista y amigo de Sandback) que se refería a la idea de “deshacerse de todo” precedió a la primera pieza (…). También hubo interminables conversaciones con los escultores Dan Edge, Adrian Hall y Charlie Wilson”. Esta idea se reafirma en un aparte del texto de sala de Esculturas y grabados que también alude a una manifestación de Sandback: “He dejado el modelo de estos volúmenes escultóricos discretos (refiriéndose a la escultura académica) para dar paso a una escultura que se ha convertido menos en un objeto en sí mismo y más en una interface difusa entre mi entorno, las personas que lo habitan y yo… un dibujo que es habitable”[7].
En las obras de Sandback no hay progresión. Cada obra es una unidad, un hecho plástico que está ahí, evidentemente hay una relación que surge una vez todas las obras están instaladas, pero la constitución de “esa imagen total” se fundamenta en la fuerza que mantiene la individualidad de cada pieza en el espacio. Los hilos limitan el vacío, operan como un pensamiento de lo escultórico que viene del estudio de lo etéreo como materia, el artista hace presencias con elementos simples, casi intangibles.
Pensar en Fred Sandback implica evocar un artista que integró a su producción conocimientos de diversas disciplinas, exige entender que su trabajo estético fue el resultado de “reelaboraciones” y procesos de búsqueda conscientes. Es observar estructuras que potencian formas elementales a las que él liberó de valores que excedían su ser. Es quedarse en frente de las líneas tirantes de color hechas de hilo con las que Sandback configuró un particular entendimiento del espacio.
Erika Martínez Cuervo
[1] Fred Sandback, “Untitled” (comienzos de 1970), publicado en Fred Sandback (New York: Zwirner & Wirth, Lawrence Markey, 2004), n.p., re-impreso en Fred Sandback. Vaduz: Kunstmuseum Liechtenstein; Edinburgh: Fruitmarket Gallery; Graz: Neue Galerie am Landesmuseum Joanneum; Bordeaux: capc Musée d’art contemporain; Ostfildern-Ruit: Hatje Cantz, 2005, p. 89, en adelante, Vaduz. Los escritos del artista y sus entrevistas también se encuentran en la página web del Archivo Fred Sandback, www.fredsandbackarchive.org.
[2] Fred Sandback, citado en “An Interview: Fred Sandback and Stephen Prokopoff” (1985), publicado en The Art of Fred Sandback: A Survey (Champaign-Urbana, Illinois: Krannert Art Museum, University of Illinois, 1985), re-impreso en Vaduz, p. 111.
[3]Aparte de la Dia Art Foundation estas son algunas de las colecciones que albergan sus obras: Centre Georges Pompidou, Paris; Emanuel Hoffmann-Stiftung, Basel; Museum of Modern Art, New York; Pinakothek der Moderne, Munich.
[4] Ese “sumergirse” evoca la idea del cineasta japonés Akira Kurosava desarrollada en su película Sueños (1990), donde por los efectos que hace posible el lenguaje cinematográfico el protagonista se introduce en una de las pinturas de Van Gogh. Lo interesante es que Sandback lo logra en el espacio mismo de la exhibición con elementos simples pero contundentes. El espectador está dentro de un dibujo en tres dimensiones.
[5] Fred Sandback, “Untitled” (1977), publicado en Plan and Space (Ghent: Proka, 1977), n.p., re-impreso en Vaduz, p. 106.
[6] Fred Sandback, citado en “An Interview: Fred Sandback and Stephen Prokopoff” (1985), publicado in The Art of Fred Sandback: A Survey (Champaign-Urbana, Illinois: Krannert Art Museum, University of Illinois, 1985), re-impreso en Vaduz, pp. 108–109.
[7] Fred Sandback, “Untitled” (1998), publicado en Here and Now: Fred Sandback (Leeds: Henry Moore Institute, 1999), n.p., re-impreso en Vaduz, p. 152