Mayo 14 a Julio 9  de 2016

Hacia una nueva orilla – Exposición colectiva

Curaduría: Claudia Segura

Artistas invitados: Julieta Aranda / Tania Candiani / Adriana Ciudad / Marlon de Azambuja / Regina de Miguel / Víctor Garcés / Cesar González / Alberto Lezaca / Basim Magdy / Mayana Redin / Pedro Torres / Pedro Torres / James Turrell / Juan Zamora

Hacia una nueva orilla explora la percepción que tenemos del universo, esa cúpula que existe sobre nosotros y a la que miramos con asombro y curiosidad. ¿Qué connotaciones tiene? ¿Cuáles son los deseos que proyectamos sobre éste? ¿Qué esperamos encontrar ahí? A través de novelas de ciencia ficción, leyendas antiguas, películas espaciales, apropiaciones urbanas y música sideral, los proyectos presentados en Hacia una nueva orilla exploran la idea del espacio. El título de la exposición es extraído de una canción de La Arkestra, grupo de jazz de los años 60s que se basó en la filosofía de Sun Ra, su fundador, con raíces en la ciencia ficción, los viajes interplanetarios y las teorías filosóficas cabalísticas, sus apariciones en el escenario constituían una experiencia única debido a los vestuarios extravagantes, a la mezcla de las distintas ramas del jazz y a la incorporación de elementos audiovisuales ficcionales.

La exposición colectiva deconstruye el género de la ficción para expandirlo más allá del futuro, como una posible estrategia de creación que se salta las limitaciones de nuestro presente y propone otras subjetividades así como parámetros de vida. El universo es también entendido en su aspecto de lugar aún por descubrir que permite imaginar un tiempo diferente, un cuerpo inventado y un lenguaje rizomático que bebe de una experimentación sensorial y auditiva.

Hacia una nueva orilla huye de identificar ciencia ficción con sofisticación tecnológica; más bien se apropia de la maquinaria creada para poder llegar a recónditas partes del universo y así, en últimas, jugar con lo imaginado. Esta curiosidad de conocer y descubrir lugares aún desconocidos es lo que estimula la investigación de los artistas seleccionados para la muestra.

Claudia Segura

Julieta Aranda (México 1975)

There has been a miscalculation (flattened ammunition)  [Ha habido un error de cálculo (municiones aplastadas)] (2008)

Tania Candiani (México, 1974)

Geometrías de estaciones espaciales (2014 – 2016)

Adriana Ciudad (Perú, 1980)

Ninguna Parte  (2016)

Marlon de Azambuja (Brasil, 1978)

Nuevo universo (2016)

Regina de Miguel (España, 1977)

Voices of Vanishing Worlds [Voces de mundos que se desvanecen] (2013)

Víctor Garcés (Colombia, 1978)

He aquí ese algo (2016)

César González (Colombia, 1986)

Astros  (2016)

Alberto Lezaca (Colombia, 1971)

304 no es 309 (2016)

Basim Magdy (Egipto, 1977)

Turtles all the way down [Tortugas hasta abajo] (2009)

Mayana Redin (Brasil, 1984)

Establecimiento Cosmos (2016)

Pedro Torres (Brasil, 1982)

O (2016)

James Turrell (USA, 1943)

Double Stuck (1970)

Juan Zamora (España, 1982)

Ie Sua (2016)

Más información

CÉSAR GONZÁLEZ

Explíquenos por qué Los chamanes como aves, y las aves, como estrellas.

Los chamanes como aves, y las aves, como estrellas tiene que ver con la idea de un personaje que conecta las dimensiones interior y exterior y que me interesa por las ideas alrededor del orden y la transformación. El chamán como ave habla de ese tránsito entre lo material y lo espiritual. Las aves como estrellas son una idea simbólica de cómo se organizaba el cosmos, el interés por entender el chamán como un ser que conecta dos dimensiones y como alguien que está en un punto intermedio entre lo micro y lo macro. En ese sentido es como se entiende simbólicamente el cosmos a través de sujetos como los chamanes.

Hábleme de esos personajes que crea, llamados Astros, y de las teorías pitagóricas sobre el cosmos. 

Los astros son precisamente como estos seres que se encargan de conectar estas dos dimensiones —interior y exterior—, son personajes a través de los cuales me refiero, hacen parte de los mundos mítico y mágico y funcionan como seres que logran tener una organización natural del mundo. Pueden ser chamanes, sacerdotes, químicos o sujetos que de alguna manera aportaron una idea acerca de cómo se organiza el cosmos. Parte de la idea de Pitágoras y su entendimiento del mundo tiene que ver con una idea de orden. Entonces, para él, el mundo del orden está relacionado con la mística y de alguna forma conecta con la geometría. Para mí, el orden y lo místico son mundos que se relacionan bastante y son temas a los cuales me gusta referirme desde cualquier extremo.

Si pudiera emprender cualquier viaje interespacial, ¿a dónde iría? 

De ser posible, conocer cómo nace una estrella.

TANIA CANDIANI

Cuéntenos sobre Geometrías espaciales y Tsiolkovsky.

Tsiolkovsky es mejor conocido como “el padre de la cosmonáutica”, fue la primera persona en imaginar que se podía vivir en el espacio, pensó en estaciones espaciales, diseñó e imaginó modos de construcción y materiales que podrían permanecer fuera de nuestra atmósfera. La pieza Geometrías espaciales se basa en un fragmento de uno de sus libros en el que cuenta que para habitar en el espacio, él se imaginaba unos módulos: uno tenía forma circular o esférica; otro, una forma cónica, y otro, una forma de dona, en donde en un lugar estaban los humanos y en otro estaban las plantas; de este modo el bióxido de carbono que emitían las plantas no intoxicaba a los humanos.

¿En qué medida Sun Ra ha influido en su práctica?

Solo he estado cercana a Sun Ra desde hace relativamente poco. A partir de ese momento, he descubierto con mucha fascinación el modo en que él entendía la música y cómo la conectaba con esta cosa de la mística y el espacio de forma muy interesante.

¿Cuáles son las novelas o películas de ciencia ficción que la han marcado?

Definitivamente Isaac Asimov con Sueños de robot, que no solo me marcó de niña, sino que ha permeado mi trabajo. También Guerra de dos mundos, y hay una película rusa que se llama Aelita, por sus construcciones y su modo de ver la realidad y entender la vida en otros planetas. También algunas películas mexicanas del Santo, que están entre lo kitsch y lo naíf, y su forma de pensar la vida fuera de nuestro planeta.

Si pudiera emprender cualquier viaje interespacial, ¿a dónde iría? 

Viajar entre agujeros negros para poder visitar otras galaxias, poder bajarse de la nave espacial y caminar por ahí para encontrar naturalezas insólitas.

REGINA DE MIGUEL

Cuéntenos sobre Voices of Vanishing Worlds [Voces de mundos que se desvanecen] 

El trabajo que presento en el contexto de esta exposición consiste principalmente en el ejercicio de traducción a lenguas amenazadas o en proceso de extinción de un fragmento de uno de los diarios de Sylvia Plath, en el que ella habla de la dificultad para ser comprendida por medio del ejercicio de la escritura y, al mismo tiempo, la traducción de esta frase se pone en contraste con una reflexión crítica del disco de oro de la humanidad. Este disco partió dentro de las naves Voyager, según la iniciativa de Carl Sagan, que recogían todos los mensajes o de alguna manera un resumen de lo que la humanidad era, con el propósito de ser encontradas en el espacio. Sin embargo, la humanidad, desde que determinadas tecnologías existen, está emitiendo señales al espacio y mensajes que pueden ser recogidos, y esto forma parte inherente de nuestra naturaleza. Al mismo tiempo y debido a determinados procesos colonialistas y expansionistas, muchas formas de pensamiento y de cultura desaparecen todos los días.

¿Cómo le damos sentido a una realidad presente que no se parece a la imagen ficticia que hemos generado de ella? 

Siempre he tenido dudas, dificultades con esta división, y cada vez estoy más interesada en esta clase de teorías que desde la filosofía más reciente y desde la física se van trabajando y se van formulando. Estas teorías dicen que quizás vivimos dentro de una simulación, que si el progreso tecnológico se acelera de la manera prevista, probablemente dentro de unos años sea posible crear simulaciones, que por ejemplo es el modo en que la astrofísica estudia el espacio exterior y son capaces de recrear todos los tiempos existentes, todas las situaciones posibles, todas las conexiones de pensamiento neuronales, de recrear la vida incluso la biología y todos los procesos de la realidad contenidos en una simulación de datos.

Si pudiera emprender cualquier viaje interespacial, ¿a dónde iría? 

Por lo pronto, al interior de nosotros mismos para conocer qué clase de vida somos, qué clase de sociedad encarnamos o estamos construyendo o cuántas nos quedan por construir.

MAYANA REDIN

Cuéntenos sobre Establecimiento Cosmos.

Este trabajo partió de otro que hice en Brasil llamado Edificio Cosmos. Encontré en la ciudad edificios con nombres que hacen referencia al espacio sideral, como “Cosmos”, “Vía Láctea”, “Universo”, nombres de estrellas, constelaciones. Cuando llegué a Bogotá percibí que había muchos establecimientos comerciales que también tenían nombres cósmicos, entonces el trabajo que hice fue recorrer parte de la ciudad para encontrar estos establecimientos y crear un mapa que tiene relación con el espacio sideral. Además, recolecté recibos, facturas, volantes y material publicitario de estos sitios que pude obtener de una interacción muy rápida pensando en la construcción de esta galaxia.

¿De qué manera la ficción, la especulación y la fantasía son elementos que explora en su práctica artística?

Pienso que hay una posibilidad muy grande de que la ficción sea real en mi práctica, porque por mi parte no estoy creando nada exactamente, sino haciendo una selección de recortes de la realidad, y entonces esta parece mucho más ficticia, pero no lo es. En mi práctica entiendo la realidad como ficción, no sé dónde está la diferencia o cuándo una cosa pasa de lo real a la ficción, por eso mi trabajo muchas veces se confunde o no se sabe si es parte de algo inventado o de algo que existe. Me gusta trabajar la realidad desde una perspectiva completamente fuera de lo común, muchas veces mi trabajo parece ficción, y puede ser ficción.

Si pudiera emprender cualquier viaje interespacial, ¿a dónde iría? 

Vagar por el espacio es una cosa que me interesaría hacer y estar en la parte oscura del universo.

PEDRO TORRES

Cuéntenos sobre O  y Again [Otra vez] 

O es un círculo, es una forma, es una imagen, es un sonido; O son muchos círculos, muchas imágenes y muchas formas. O es para mí un agujero hacia el otro lado, un solo viaje central. Lo que propone la obra es básicamente una descomposición del mundo en cuatro partes a través de esos estímulos y a partir de ahí retomar o reposicionar esas imágenes con la intención de que exista cierta reflexión.

Again [Otra vez] es un juego visual, es una propuesta en la que se enlazan muchas historias, muchas relaciones. Propone crear a partir de unos determinados estímulos para que el espectador reflexione sobre cómo vivimos en este mundo, que se encuentra plagado de imágenes, cómo nosotros podemos construir nuestras propias historias y que esto se convierte en nuestra realidad del porqué.

¿Cómo entiende las imágenes en la construcción del recuerdo, el olvido y la ficción en su práctica?

En nuestros tiempos y en nuestra contemporaneidad, somos imágenes, vivimos imágenes, entonces —aparte de ser muchas otras cosas— creo que el entender ser imagen es fundamental. En este mundo, la manera en que nosotros codifiquemos, entendamos y recuperemos o no determinados estímulos es lo que va a provocar que esta transformación se nos desarrolle de otra manera en cuanto a recuerdos, olvidos y ficciones. De manera inversa, las ficciones pueden ser generadas cuando yo me opongo a una serie de elementos que son impuestos del mundo exterior pero en medio siguen construyendo un lenguaje, entonces yo utilizo impuestos para poner una situación y en este caso sería la ficción.

Pasado y futuro cobran especial importancia en sus obras, ¿de qué manera O y Again [Otra vez] exploran nociones de tiempo?

Ambas obras han sido una relectura de narrativas de tiempos, a las cuales la resonancia del pasado y del presente es muy importante, ya que posibilita nuevos futuros, nuevas construcciones, nuevas narrativas. Los tiempos cíclico y lineal han estado presentes en la propia estructura de la obra y hace que uno pueda empezar a relacionar y enriquecer significados.

Si pudiera emprender cualquier viaje interespacial, ¿a dónde iría? 

Iría al centro de un agujero negro.

ADRIANA CIUDAD

Cuéntanos sobre Ninguna parte.

El punto de partida para esta obra fue una cita de Einstein que dice “La fuerza de la gravedad es una ilusión”. Me pareció muy interesante la idea dentro del concepto de ilusión enmarcado en ideas de ciencia, y a partir de esto me di cuenta de que se sabe muy poco acerca del universo y, además de lo poco que se sabe, aún no se ha descifrado completamente. Me quedé pensando en la percepción, y, como nuestras percepciones son muy cortas, jamás van a entender las fases del universo. En ese sentido, para los humanos siempre va a haber una ilusión sobre el universo.

Un ejemplo que me fascinó fue la idea de los agujeros negros, la fuerza gravitacional te atrae hacia ellos y, si estás muy cerca, caes en lo que se llama el horizonte de sucesos. No se sabe muy bien qué hay detrás del horizonte de sucesos, lo que sí se sabe de los agujeros negros es que nacen cuando muere una estrella. En medio del proceso para esta muestra me sucedió algo muy personal: falleció mi madre. Ella estuvo doce años enferma de alzhéimer y también es un proceso de vida, un tiempo de doce años de nebulosa y al final la muerte. Me acordé de algo que me fascinó acá en Colombia cuando llegué y fue enterarme de los alabaos del Chocó, esos cantos afrocolombianos que acompañan al muerto en su conexión con el más allá y al reencuentro con sus ancestros. Toda esta idea de construcción, creación, vida, muerte que parecen leyes universales y que parecieran fundamentales para esta obra…

¿Para usted qué es un astrónomo?

Un astrónomo es como un explorador y un mensajero de mensajes de luz, que son mensajes de otros tiempos.

Si pudiera emprender cualquier viaje interespacial, ¿a dónde iría? 

Tengo la sensación de que ya estamos en un viaje interespacial y más bien la etapa final es cuando nos morimos y llegamos hacia una nueva orilla.

JUAN ZAMORA

Cuéntenos sobre Le-Sua.

Le-Sua es un proyecto que parte de la cosmogonía muisca, cuyo nombre significa “alimento del sol”, que es como ellos llamaban a la rana. Entonces lo que yo he hecho es realizar una serie de dibujos en los que relaciono la morfología de la rana con los pictogramas de su lengua asociados a la rana y que he ido encontrando por distintos lugares del territorio habitado por ellos en el pasado y, de esta forma, ir vinculando la propia forma de la rana, con el lenguaje y con algunas formas del universo, como puede ser la constelación de Orión.

¿Qué papel tienen las exploraciones de mitologías antiguas e identitarias en su práctica?

Este proyecto se engloba en una serie de trabajos que he estado desarrollando en los últimos dos años en los que estudio la relación del origen de la cultura con la naturaleza. Por ejemplo, estuve estudiando con Johannesburgo la lengua xhosa, que parte de sonidos consonánticos que, se supone, están asociados con la primera lengua que empezó a hablar el ser humano. Entonces, la finalidad de mi trabajo es buscar el origen de la cultura y relacionarlo con la naturaleza, y, en ese sentido, con la mitología antigua.

Si pudiera emprender cualquier viaje interespacial, ¿a dónde iría? 

No lo sé, creo que me perdería en el espacio, creo que no iría a ningún sitio, me quedaría flotando…

ALBERTO LEZACA

Cuéntenos sobre 304 no es 309 y la relación con La trama celeste, de Bioy Casares. 

304 no es 309 es una pieza que tiene relación con el relato corto escrito por Bioy Casares y hace parte de una serie de obras que he venido trabajando inspiradas en la literatura y con otros escritores. En este caso específico, me interesa Bioy Casares por la visión que tiene de la realidad, no solamente en La trama celeste sino, por ejemplo, en la Invención de Morel, y cómo él intuye que puede ser la realidad o cómo la realidad puede desdoblarse y convertirse en otra realidad. Entonces, a partir del relato de Bioy Casares que narra la coexistencia de diferentes mundos paralelos, que no son mundos absolutamente distintos sino que tienen similitudes, pero cada uno con un destino propio, a partir de estas ideas comienzo a construir las piezas de una manera especulativa y juego con los conceptos que Bioy Casares propone.

¿Cree en una realidad paralela?, ¿cómo la relaciona con su práctica y proceso?

Sí, absolutamente, creo en una realidad paralela. Es más, creo que hay muchas realidades paralelas. Creo que la realidad es una invención humana y en ese mismo sentido la invención puede permitir muchas otras realidades. Una de las que he venido trabajando es la realidad electrónica, y no es solo una realidad sino también una materialidad. Es diferente cuando estoy trabajando con madera, con pintura, a cuando trabajo con imágenes de síntesis que me proporcionan una materialidad distinta. Mi trabajo constantemente está buscando el encuentro entre estas dos materialidades, entonces, sí creo que hay una realidad paralela. Mi trabajo se divide en dos bloques: uno es el espacio físico y el otro es el espacio virtual. Hay cosas que pasan en un espacio y hay otras que se devuelven entre estos dos espacios. Es un juego que me permite construir realidad, y en este momento es lo que más me interesa.

Si pudiera emprender cualquier viaje interespacial, ¿a dónde iría? 

Tal vez iría al planeta Solaris del libro de Stanislaw Lem y es porque los científicos que viven en la estación orbital comienzan a darse cuenta que las ideas y los sueños se materializan.

 

MARLON DE AZAMBUJA

Cuéntenos sobre Nuevo Universo.

Es un trabajo particular dentro de mi visión de la realidad. Hice siete modelos de estrellas, esos dibujos posteriormente los transformé en sellos y los organicé en una especie de tabla matemática de la cantidad de estrellas para plasmar en la pared. Entonces, de la estrella de diez puntas habrá una, de la estrella de nueve puntas habrá nueve, de la estrella de ocho puntas habrá noventa, de la estrella de siete puntas habrá novecientas, de la estrella de seis puntas habrá nueve mil, de la estrella de cinco puntas habrá noventa mil y de la estrella de cuatro puntas habrá novecientas mil, conformando un panel de un millón de estrellas estampadas sobre la pared. Me interesa esta idea de la construcción de un universo y el diálogo entre estas dos situaciones. Por un lado, está todo este orden matemático y, por otro, el resultado final es previsible, caótico, como el universo mismo, y es este diálogo entre orden y caos lo que más me interesa como punto de partida para esta obra.

¿Qué relación establece entre el cuerpo, el universo y la ficción?

La verdad, son tantas las posibilidades… En este proyecto, cuando estaba pensando sobre dónde plasmar las estrellas y por qué al final dibujar sobre la pared, era como pensar que estaba dibujando una metáfora de un universo. Decidir utilizar un instrumento para subir y alcanzar a cubrir toda la pared es una manera de humanizar este universo. Creo que ahí está la relación poética y muy bonita. Me gusta mucho una poesía de Helena Ortiz que habla de un intento muy humano de siempre tratar de llegar al espacio o alcanzarlo y tenerlo en las manos, y para esta obra es posible tocar el universo físicamente.

Si pudiera emprender cualquier viaje interespacial, ¿a dónde iría? 

No tengo un sitio exacto, me gustaría simplemente ir a lo desconocido ver lo que hay ahí, que no sé qué hay, pero no tendría un destino fijo.

BASIM MAGDY

Cuéntenos sobre Turtles all the way down [Tortugas hasta abajo] 

Turtles all the way down [Tortugas hasta abajo] fue mi primera película, y el primer trabajo de imagen en movimiento que he filmado en Super 8. Empecé esta investigación cuestionando lo que sabemos sobre el espacio exterior y eventualmente se convirtió en una película sobre lo que no sabemos de éste y lo que nunca sabremos. Comencé con cuatro cuentos que se sitúan entre la realidad y el hecho científico. Para el final quería crear una solución y surgió mi propia de teoría científica. La historia que he creado es muy ficticia, pero nunca se sabe, podría ser real en el futuro.

¿Cuáles son los deseos que proyectamos en el universo? Cuéntenos sobre las nociones de construcción, realidad y ficción en tu práctica.

Creo que los deseos que proyectamos en el universo están estrechamente ligados a nuestro miedo al universo. Queremos saber lo que no sabemos, y existe la idea de que hay una entidad infinita de la que no sabemos casi nada. Además, hubo un cierto momento en el cual se destinó mucho dinero para estudiar el espacio exterior, y de alguna manera este presupuesto fue cada vez menor. Hay algo en el espacio exterior que creo que es realmente interesante y es que sabemos de hecho que nunca podremos descubrirlo todo, al menos no en nuestro tiempo. Este hecho es lo que nos mantiene en marcha. Queremos saber más, puede haber cosas buenas o puede haber cosas malas; pero el hecho de que exista algo que no sabemos hace que nuestro conocimiento sea simple.

La noción de construcción de realidad y de ficción en mi trabajo está relacionada con algo que mencioné antes: la realidad está —al menos esto es lo que creo— compuesta de cosas diferentes, incluyendo la ficción. Hay mucha ficción en la realidad que entendemos como no ficción. Creo que añadimos ficción a la realidad para darle sentido a ella, para hacerla más agradable.

Si pudiera emprender cualquier viaje interespacial, ¿a dónde iría? 

No sé si es tan importante para mi a dónde ir; iría a algún lugar donde no haya estado y del cual no sepamos, es decir cualquier lugar en el espacio. Para mí es más importante el conocimiento que podría adquirir, el descubrimiento de otras formas de vida y el entendimiento de éstas y del espacio exterior.

VÍCTOR GARCÉS

Cuéntenos sobre He aquí ese algo.

En esta pieza se reúne un objeto encontrado en la calle, adaptado, que me da la noción o me remite a estas cajas que simulaban una perspectiva tridimensional, que siempre guardaban una especie de secreto, como algo indescifrable, misterioso. Al trabajar con objetos que me encuentro abandonados y después quemo doy una nueva lectura sobre ellos. Esto me hizo pensar en el origen y en el final. Me remitió a los dinosaurios, a las catastrofes naturales, y llegué a la idea del cometa como ente que puede destruir, pero que también puede transportar vida y microorganismos. Este objeto me permite espiar un objeto misterioso y mágico que amenaza, pero que también puede traer vida. El nombre de esta pieza surgió de la dedicatoria que hace Balzac en su novela corta Serafito, cuando hable de ese ser extraño, inombrable, indecifrable, lo nombre “he aquí ese algo”

Si pudiera emprender cualquier viaje interespacial, ¿a dónde iría? 

Si pudiera, me montaría en un cometa y dejaría que me transporte en su trayectoria para simplemente sentarme, disfrutar y contemplar.